Condenado.

Cierro lo ojos huyendo de la noche
intentando soñar en bellos momentos
momentos en los que al abrir los ojos
tu estabas junto a mi
y me reflejaba en los tuyos
siempre alegres, verdes aceituna.

Mis manos dibujan en el aire tu cuerpo
intentando recordar tu contorno
rememorando cada pliegue, cada poro
enredandose en tu rojo cabello.

En mi mente aquel beso que me condenó
un beso que me robó el alma y la razón
condenado a amarte por siempre.

Quizás no tuvo que suceder,
por ti más que por mi
porque amarte es por lo que vivo
por volver a verte aunque sea un instante
por acariciarte un minuto daría un año
por volver besarte la vida entera
por una noche iría al infierno.

No alberga mi corazón ya esperanza
ni lamento, ni tristeza, ni dolor,
tan solo late  cada dia
nutriendose de este amor.

Ya no recuerdo el tono de tu voz
ni muchos detalles de tu desnudez
y se que jamás leerás esto
como solías hacer
pero cada vez que te pienso
pero cada vez que te escribo
es como volverte a tener.